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EL AGUA QUE ENLOQUECE.
Un rey consultó a un famoso astrólogo, el cual predijo que una lluvia iba a contaminar las reservas de agua del reino y que como consecuencia de esta, todos los que bebieran de ella enloquecerían.
El rey instruyó a sus ministros y súbditos para que preparasen una reserva de agua protegida y evitasen beber el agua enloquecedora.
Ahora bien, los súbditos, siendo menos pudientes, agotaron sus reservas más rápidamente, de modo que al poco tiempo tuvieron que beber agua contaminada.
Puesto que el rey y los ministros se comportaban de manera muy diferente a los súbditos comunes que habían bebido el agua, los últimos concluyeron que los primeros habían enloquecido.
Luego, cuando los ministros agotaron sus reservas, también tuvieron que beber el agua que enloquecía —luego de lo cual los súbditos comunes “se percataron” de que los ministros se habían “curado” y todos estuvieron de acuerdo en que el único que todavía estaba loco era el rey—.
Por lo tanto, a fin de evitar ser declarado entredicho y confinado a un manicomio, perdiendo su poder, el rey no tuvo otra opción que beber el agua contaminada.
Fuente:
Elías Capriles. ¿Curar la psicopatología llamada «normalidad»?. Pág. 10. ver libros (+ info)
Esta fábula fue contada por el maestro y filósofo del budismo, Chandrakirti en el Bodhisattvayogacaryacatuhshatakatika (en el siglo VII d. C).
También ha sido empleada por: Chögyam Trungpa (1976), Idries Shah (1978), Elías Capriles (2000), Gendün Chöphel (2006).
El presente cuento, tiene varios niveles de significado y es empleado en distintas tradiciones de sabiduría.
Una manera de comenzar a trabajar con él desde el plano de la psicoterapia, podría ser utilizando nuestro «cerebro inconsciente», de la manera descrita en “Cuentos Terapéuticos ¿Cómo se Utilizan? (+ info)
Otra manera de comenzar a trabajar con él, podría ser utilizando nuestro «cerebro consciente«. Por ejemplo, aplicándolo en los apartados: