Ver VÍDEOS y EJERCICIOS más adelante.
Introducción.
Nuestro cerebro no ha evolucionado físicamente en los últimos 100.000 años. Sin embargo hace 50.000 años comenzamos a utilizar herramientas sofisticadas y hace 7.000 años desarrollamos la primera civilización (Mesopotamia). ¿Qué es entonces lo que nos diferencia de los cavernícolas? ¿Qué nos hace evolucionar?
Sobre todo el conocimiento compartido socialmente en los últimos 10.000 años y especialmente en los últimos 300 años (con el desarrollo de la ciencia). Por tanto podríamos afirmar que tenemos un cerebro social.
La cooperación facilita que evolucionemos como personas y sociedades. El aprendizaje de una persona se transmite a los demás (vía familiar, grupal, comercial, etc) beneficiando finalmente a todo el mundo.
Por tanto cuando nacemos ya está inventado el idioma que usamos y sólo necesitamos aprenderlo. Ahorrándonos de este modo infinidad de dificultades. Igual ocurre con el fuego, la rueda, la escritura, la imprenta, la electricidad, los antibióticos, etc.
Por ejemplo, comprar un coche puede valer 15.000 euros. Pero crear mi propio coche, me puede costar toda una vida y un dinero astronómico.
Nuestra mente.
A través de la ciencia y las tradiciones contemplativas (de relajación, mindfulness y meditación) también hemos evolucionado en el conocimiento de la mente.
Descubriendo que nuestra mente y las percepciones nos engañan continuamente. Ya que la mente y los sentidos no son aparatos que «graban la realidad fielmente» (como una cámara de vídeo). Esto sería inabarcable para nuestro cerebro, puesto que la realidad es inmensa y no podemos procesar tanta información.
Por tanto, la mente se ha adaptado para darle sentido a lo que percibimos y a nuestra existencia. Es aquí donde surge la interpretación, como un resumen de la realidad que por consiguiente siempre contiene errores. Por ejemplo, durante siglos creímos que la Tierra era plana y el Sol giraba entorno a ella, ya que era lo que nos indicaba nuestra percepción, experiencia inmediata, etc. Y a través de estas experiencias, creamos nuestros sistemas de creencias que le dan sentido al mundo.
La psicoterapia es una especialidad científica que nos ayuda a detectar los errores perceptivos y de interpretación que hacemos sobre la realidad (de mí mismo o de los demás). Esto nos permite resolver nuestras dificultades estructurales en la vida (cómo percibo a los demás). Es como calibrar una escopetilla de la feria, que siempre desvía el tiro para el mismo lado. Ver Rasgos de personalidad (próximamente)
Al descubrir estos auto-engaños o Puntos Ciegos (+ info) podemos relacionarnos con nosotros mismos y con los demás de un modo más eficaz, reduciéndose significativamente los errores, los conflictos y el sufrimiento innecesario.
Situación actual.
Pero la psicoterapia no está tan extendida en nuestra sociedad como otras disciplinas: la educación, la medicina, etc. ¿A qué se puede deber esto? Probablemente a:
1) La cultura de las libertades individuales. Actualmente nos encontramos saliendo de siglos de excesos moralistas, donde estaba totalmente prescrito cómo debía de ser la vida íntima de las personas (sexualidad, procreación, matrimonio, etc). Gracias a la ciencia, la ilustración y a los estados más democráticos, las personas han dejado de ser súbditos y han adquirido derechos a la privacidad, libertad de expresión, etc. Instaurándose un rechazo generalizado a las entidades tangibles que pudieran influenciar en nuestra mente, como figuras rígidas de índole político, religioso, filosófico, etc. Un ejemplo de esta cultura podría ser el eslogan de una conocida empresa multinacional: «Bienvenidos a la república independiente de mi casa».
Vivimos en esta creencia social compartida, ver Salud Social (+ info) Creyéndonos independientes, pero siendo realmente ciegos a otras entidades no-tangibles de influencia mental.
2) Su origen clínico. La psicoterapia nace en el contexto médico, tratando a personas con trastornos mentales graves. Esto permitió aprender enormemente sobre el «puzzle de la mente» y cómo disminuir el sufrimiento humano.
Aunque para el ciudadano de a pié, la psicoterapia y su lenguaje quedaron asociados a los psiquiátricos, a las personas estigmatizadas, etc.
Esta imagen comenzó a cambiar poco a poco a partir de los años 80, con la reforma psiquiátrica, el desarrollo de la salud mental comunitaria, el cierre de los manicomios, la mejora de los tratamientos psicofarmacológicos, etc.
A raíz de comprender que «la psicoterapia es demasiado beneficiosa para limitarla a los enfermos» (Erving y Miriam Polster), se comienzan a desarrollar la psicología humanista, positiva y transpersonal, que desvelan los autoengaños que todos nos hacemos. Lo cual ha hecho aumentar la humildad personal y el respeto hacia aquellas personas etiquetadas como «enfermos mentales». Como por ejemplo en el movimiento llamado «antipsiquiatría» (Cooper, Laing, Esterson) que libraba a las personas de las etiquetas psicopatológicas, etc.
3) Las políticas y valores pragmáticos. Donde se valoran los resultados tangibles a corto plazo, como en el caso de algunos tratamientos psicofarmacológicos. A partir de este contexto se fueron desarrollando las escuelas de terapia breve, estratégica, etc.
4) Los propios psicoterapeutas. Que no hemos sabido demostrar suficientemente el beneficio de nuestra disciplina para toda la sociedad. Al presentar un lenguaje demasiado oscuro, al seguir escuelas rígidas que no flexibilizaban su sistema de trabajo, etc.
También a la propia dificultad de ser terapeuta, que requiere una amplia formación profesional y personal. Para algunas escuelas es imprescindible que el terapeuta realice un profundo análisis personal (tratar también sus propios puntos ciegos) para que su relación con el cliente sea de gran eficacia (al reducir su contratransferencia, etc). Ver ¿cómo elegir a un terapeuta experto? (próximamente)
Mitos persistentes en la sociedad.
Debido a los factores descritos anteriormente y a otros de índole cultural (por ej. la influencia del psicoanálisis en el arte, sociología y política), religioso, medios de municación, series de Tv, etc. se han establecido una serie de ideas erróneas sobre la psicoterapia. Estas ideas se han venido manteniendo en el tiempo a pesar de estar cada vez más alejadas de la realidad. Entre las que destacan:
Las expectativas sobre la terapia: «Si vas a terapia es que eres débil, incapaz de resolver tus problemas o simplemente estás reconociendo que estás trastornado. Quedarás atrapado, teniendo que permanecer en terapia durante años o el resto de tu vida, tumbado en un diván y perdiendo tu dinero».
La naturaleza de la terapia: «No es divertida, sino todo lo contrario: dolorosa y aburrida. Es un lugar en el que nunca te sentirás seguro. Estarás obligado a hablar de temas de los que no quieres hablar, permitiendo que un extraño entre en tu vida personal. Tendrás que indagar en el pasado de tu familia, para responsabilizarlos de lo que te ocurre».
El funcionamiento de la terapia: «Es un método muy caro para conseguir que te escuchen. Todo vale mientras te lo creas (sugestión, placebo, etc). Se dedica al pasado, mientras que otros métodos alternativos se centran en el presente (coaching, etc)».
Sobre el terapeuta: «Impone su punto de vista y el cliente debe tener un rol pasivo. Los psicólogos son capaces de leer la mente. Ellos no tienen dificultades, ni problemas en sus vidas personales. Todas las terapias y los terapeutas son parecidos».
Sobre los resultados: «La psicología no sirve para nada y se queda con tu dinero. Se necesitan años para ver resultados. Los psicofármacos es lo que realmente cura. Con el tiempo todo se cura. etc».
La solución a los mitos anteriores.
Sobre las expectativas: Reconocer que uno quiere mejorar algo de sí mismo o resolver una dificultad es un acto de salud mental. El recorrido natural es intentar resolverlo uno mismo, pedir ayuda a la familia, amigos y en última instancia acudir a un profesional. Como en cualquier dificultad de la vida (cuando se nos estropea el coche, tenemos un virus en el ordenador, etc).
La terapia comienza y termina libremente, cuando el cliente lo desea. El objetivo general es que el cliente aumente sus recursos personales y libertad.
Sobre su naturaleza: La terapia es un espacio profesional de protección. Donde se tratan los temas que el cliente desea, para mejorar su calidad de vida. Es frecuente que el cliente descubra capacidades de sí mismo que desconocía. Un método útil en algunas ocasiones para conseguir esto es el Cambio Cómico (+ info) . La AutoBiografía (+ info) permite comprender lo ocurrido y aprender a quedar en paz finalmente. Resolviendo los reproches familiares, etc.
Sobre su funcionamiento: Puede ser muy flexible, adaptada a los recursos del cliente. A medio y largo plazo se percibe que el coste / beneficio es muy favorable. Ver ¿Cuanto me Cuesta Mantener la Dificultad? (+ info) . Está basada en métodos comprobados por distintas disciplinas: neurociencia, psicología experimental, psicología clínica, psicologías tradicionales (que aportan validez transcultural y temporal), etc. El objetivo principal es mejorar la calidad de vida en el presente. Hay escuelas que se centran directamente en esto (terapias breves, estratégicas, etc).
Sobre el terapeuta: Los terapeutas consagrados, tienen experiencia en resolver sus propias dificultades, lo que les aporta la capacidad íntima de acompañar a su cliente para que resuelva los suyos. Distintos estudios demuestran que dos terapeutas expertos de distintas escuelas de terapia, se parecen más entre sí, que dos terapeutas novatos procedentes de la misma escuela de terapia. El terapeuta eligió a su escuela de terapia, por afinidad a su «modo de ser». Igualmente el cliente elige qué escuela de terapia le es más beneficiosa. Existe un gran abanico de escuelas terapéuticas (conductuales, cognitivas, psicodinámicas, sistémicas, humanistas, transpersonales, etc). E incluso personas que trabajan con la integración de varias de ellas (terapia ecléctica).
Sobre los resultados: Existen distintos tipos de resultados en terapia. Los asociados a los síntomas suelen ser a corto plazo. Los asociados a las estructuras caracteriales se van limpiando gradualmente. Numerosos estudios demuestran que entrenamientos terapéuticos como la relajación y mindfulness, pueden ser más beneficiosos a medio y largo plazo que los psicofármacos. Los trastornos mentales graves, requieren de tratamiento interdisciplinar (farmacología, psicoterapia, trabajo social, educadores sociales, etc). Aquí los psicofármacos son muy útiles para estabilizar a pacientes con sintomalogía aguda. Lo que permite posteriormente iniciar la terapia y finalmente Retirar la Medicación (en muchos casos) (+ info)
Conclusión.
La terapia es un espacio «muy peligroso» para el Ego (borrador) o sistema de defensas psicológicos que se defiende a sí mismo y limita nuestra libertad personal.
Pero por otro lado la terapia es un lugar muy beneficioso, para las personas que han decidido usar su cerebro social (como en el vídeo inicial) y desarrollar el arte de vivir sin sufrimiento innecesario, etc. Ver Crecimiento Personal (+ info)
Un ejercicio práctico.
Pero todo lo anterior no sirve de nada, si no va acompañado de acciones concretas que nos dirijan a resultados tangibles.
Si nos desarrollamos mentalmente al estar con otras personas que ya han resuelto dificultades similares a las nuestras, ¿qué pasaría si comenzaras sutilmente a aprender de las personas de nuestra sociedad que más profundamente conocen el bienestar individual y la paz en la convivencia con los demás?
Ahora esto es posible gracias a Youtube, reproductores de audio Mp3, etc.
Por ejemplo. ¿qué ocurriría si poco a poco vas viendo en la Tv, conferencias de los grandes conocedores del ser humano y vas probando estos puntos de vista en tu día a día? ¿o escuchándolos mientras paseas con el Mp3? Para empezar se me vienen a la mente: Jon Kabat Zinn, Daniel Goleman, Claudio Naranjo, Francisco Varela …
Quizás este ejercicio es como quitarle a la comida el picante y la sal, a la que estamos acostumbrados (es decir, series de Tv, películas, etc). Al principio tendrá un sabor insípido, como si comiéramos cartón. Pero si se mantiene en el tiempo, quizás esas ideas van dejando de ser tan extrañas.
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Una respuesta a «Mitos de la Terapia»
[…] Pero tras comprobar a través de la experiencia personal que la realidad suele ser la contraria, suele darse una sensación de libertad y de apertura a un mundo de nuevas posibilidades (de mano de las escuelas de psicoterapia y otras tradiciones de conocimiento). Ver el artículo Mitos sobre la terapia (+ info) […]