Ver ejercicios prácticos al final de esta página.
¿CÓMO PROTEGER A LOS HIJOS?.
Uno de los factores de protección más importantes en el desarrollo saludable de los hijos, es que los padres sean un «Equipo Educativo» mínimamente coordinado y coherente. Por ejemplo, a la hora de transmitir valores, creencias, estilo de vida, rutinas, horarios, etc.
Esta variable es especialmente importante entre padres que: 1) No comparten el mismo estilo educativo. 2) Padres separados y en conflicto. 3) Familias reconstituidas (donde al menos un miembro de la pareja tiene un hijo de una relación anterior).
Las diferencias entre los padres pueden producir luchas de poder (a veces encubiertas o inconscientes), donde los hijos se convierten en el instrumento u objeto de disputa. Siendo este unos de los principales factores de riesgo en el desarrollo emocional de los menores. Ver Atención a Menores (+ info)
SOCIEDAD ACTUAL.
En nuestra cultura actual, predominan valores orientados hacia la satisfacción inmediata de deseos, consumo de objetos y experiencias estimulantes. Ver «Salud Social» (+ info)
Dichos valores también se están reflejando en las relaciones de pareja, donde el ciclo de vida de la pareja es cada vez más corto. Según las estadísticas, está disminuyendo el número de relaciones de pareja satisfactorias con más de diez o quince años de evolución.
Por otro lado, la tarea de ser padres se están alargando en el tiempo, debido a las dificultades de incorporación de los hijos al mundo laboral y de emancipación económica. Ver «Salud Laboral» (+ info)
Produciéndose a veces un conflicto entre la relación de pareja y la relación de padres (el «Equipo Educativo»).
UN PROBLEMA HABITUAL.
Es el conflicto entre: «ser pareja» vs «ser padres». Estos dos organizaciones familiares, no siempre van de la misma mano. Ya que cada una de ellas pueden estar en una etapa evolutiva diferente.
Por ejemplo, cuando una relación de pareja está finalizando (al dejar de tener objetivos comunes, etc) y simultáneamente está en los inicios de su etapa de ser padres (al tener un hijo pequeño).
A veces los conflictos de pareja, interfieren en la comunicación y coordinación que los padres deben de tener entre ellos para seguir orientando a los hijos.
UNA SOLUCIÓN TEÓRICA.
Es desarrollar un equilibrio entre las distintas partes de la familia (los individuos, la pareja, los padres, etc).
Por ejemplo, equilibrar simultáneamente los siguientes tres planos:
1) Desarrollar y mantener acuerdos fundamentales entre los padres, para educar de un modo coherente a los hijos (valores, creencias, estilo de vida, rutinas, horarios, etc). Manteniendo dichos acuerdos en ausencia del otro progenitor. Esto es el Equipo Educativo de Padres.
2) Reestructurar la relación de pareja, si esta ha iniciado una nueva etapa. Por ej. si ha pasado de la fase de enamoramiento (donde se idealiza al otro) a la fase de amor/consolidación (donde se empieza a reconocer y aceptar los «defectos» de la otra persona). En algunas situaciones extremas, la pareja debe de aceptar que ha finalizado, aunque continúan siendo padres de hijos comunes (Equipo Educativo).
3) Desarrollar y respetar los espacios individuales de cada adulto, cuando no están desempeñando ninguna actividad de pareja o de padres. Por ej. dedicando alguna hora a la semana para atender sus gustos personales, amigos propios, etc.
ALGUNAS SOLUCIONES PRÁCTICAS.
Hay distintos ejercicios prácticos para fortalecer el Equipo Educativo de Padres, adaptados a la situación en la que se encuentren los adultos que integran la Pareja y el Equipo Educativo de Padres.
1) Ejercicios para cuando ambos adultos tienen consciencia del problema y colaboran de buena fe para solucionarlo.
En esta situación, cada adulto conserva la capacidad de percibir la situación desde distintos puntos de vista. Por ej. como adulto, como pareja y como padre/madre.
Aquí están indicadas las intervenciones directas entre adultos. Por ej. sentarse juntos y escribir nuevos acuerdos sobre la convivencia. Posteriormente pueden revisar dichos acuerdos en mini-reuniones semanales, hasta que estos queden consolidados en el tiempo. Si se producen atascos en la comunicación o el diagnóstico de la situación, pueden utilizar recursos de autoayuda, como guías sobre escuelas de padres, etc.
2) Ejercicios para cuando cada miembro de la pareja cree que el problema lo tiene el otro miembro de la pareja y no hay colaboración fluida.
Si tras intentar redactar los acuerdos por escrito y mantenerlos en el tiempo, a través de una mini-reunión semanal formal, estos no se consiguen, puede ser interesante valorar el apoyo puntual de una tercera persona que ayude a que la situación no se agrave, por el bien superior de los menores. Por ej. a través de la Mediación Familiar (+ info) . Este trabajo se puede iniciar con sólo uno de los integrantes de la pareja.
Cuando uno de los miembros de la pareja, descubre que la Mediación Familiar es un espacio de protección, aprendizaje y superación personal, desparecen las Resistencias (+ info) a recibir ayuda puntual, transmitidas en nuestra sociedad.
3) Ejercicios para cuando los Puntos Ciegos (+ info) de cada miembro de la pareja, no permiten llegar a acuerdos, ni a mantenerlos en el tiempo.
En esta situación, los integrantes de la pareja (o al menos uno de ellos) quiere resolver la situación, pero su repertorio de recursos personales no están siendo suficientes para llegar a la solución en este momento.
Para esta situación está indicada la Terapia de Pareja (+ info) donde se amplían los recursos individuales y a la vez se profundiza en la compresión de qué es una pareja, cómo funciona, qué es un Equipo Educativo de Padres, etc. Este trabajo se puede iniciar con sólo uno de los integrantes de la pareja.
Cuando uno de los miembros de la pareja, descubre que la Terapia de Pareja es un espacio de protección, aprendizaje y superación personal, desparecen las Resistencias (+ info) a aceptar ayuda puntual, transmitidas en nuestra sociedad.
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