1) ¿QUIÉNES SOMOS REALMENTE?. Esta es quizás la gran pregunta de todos los tiempos. La respuesta convencional (lo conveniado en nuestra cultura) suele estar asociada a ideas de: «yo soy mi cuerpo», «yo soy mi individualidad (aquello que es indivisible)», «la personalidad que habita en mi cuerpo», «mi identidad», «mi esencia», «mi ADN», «mi nombre», «mi pasaporte», etc.
Si nos mantenemos en este nivel convencional, conseguimos cierta estabilidad, somos aceptados por los demás y nadie nos llamará «loco». Pero a lo mejor pagamos un alto precio por otro lado, al reducir excesivamente la realidad, fomentando la creencia de que somos algo fijo y estable en el tiempo. Cuando realmente lo único que no cambia de mí, es el nombre por el que me hago llamar.
2) SI VAMOS UN POCO MÁS ALLÁ y cambiamos de punto de vista, podemos descubrir por ejemplo que somos un organismo complejo, que en gran medida funciona por sí mismo y del cual no controlamos casi nada. Además este organismo es muy dependiente del medio que lo rodea (radiación, presión, temperatura, aire, agua, etc).
Si cogemos el microscopio y nos observamos desde el plano celular, podemos observar todo el ciclo continuo de nacimiento y muerte, de los aproximadamente 30 trillones de células de nuestro cuerpo.
El siguiente vídeo de 2 minutos lo describe claramente: ¿cómo seguimos siendo la misma persona después de 7 años, si todas nuestras células han cambiado?
E incluso podemos ir aún más allá con un microscopio atómico, observando la dinámica de las moléculas y átomos que componen nuestro cuerpo. Estos últimos son previos a nuestra fecundación y seguirán existiendo tras nuestra muerte. Así que, definir desde este punto de vista nuestra identidad, se complica bastante.
3) DESDE UN PUNTO DE VISTA PSICOLÓGICO, podemos entender que nuestra identidad consciente comienza con nuestro primer recuerdo consciente. Habitualmente entorno a los 3-5 años de edad, cuando nos encontrábamos en un estado de total dependencia de nuestros cuidadores (principalmente los padres). En un estado donde recibíamos experiencias, que sólo podíamos diferenciar como placenteras o desagradables. Sin haber elegido nuestro cuerpo, sexo, color de piel, familia, etc.
En este estado establecemos un vínculo íntimo con las personas que nos cuidan (habitualmente la familia). Comenzamos a coleccionar en nuestra mente nuestras experiencias, ya sean placenteras o no. Construyendo una consciencia central, llamada Yo, Ego, Sí-mismo, Identidad o Personalidad. Que está compuesto con nuestras identificaciones con las historias sobre mi cuerpo, recuerdos, opiniones de nuestros cuidadores, educadores, religión, etc.
Paralelamente a la creación del Yo, se produce una división con «lo que no soy Yo», es decir el resto del Universo. Que es percibido como un espacio enorme y potencialmente peligroso, lo que puede generar ansiedad y sufrimiento. Luego aprendemos a ponernos a salvos y seguros, creando hábitos y defensas del Yo (negación, proyección, etc) que nos proporcionan bienestar temporal y una manera estable de ver el mundo.
Esta separación con el resto del mundo, nos lleva a percibirnos como una cosa, rodeados de un montón de cosas. A lo que le sumamos, que no recordamos de donde vinimos a esta vida, ni quiénes somos realmente. Todo esto produce un estado latente de inseguridad. Finalmente terminados confundidos, intentando averiguar qué es lo que debemos hacer. Sintiendo un anhelo profundo de conexión y plenitud con los demás y el mundo. Comenzando la búsqueda de no se sabe qué y no se sabe donde: amor, felicidad, riqueza, poder, prestigio, etc.
Pero todo cambia continuamente y no sabemos a qué agarrarnos. Me puedo aferrar a mis pensamientos, creencias, emociones, sistemas de defensa, etc. a través de los cuales he construido mi Yo. Pero este aferramiento suele producir ansia y sufrimiento.
Ficción Cerebral – audio de 3 minutos
4) FAMILIA. Si tenemos suerte, las personas que nos crían son respetuosas, cariñosas, amables y bondadosas. De este modo podemos aprender que este mundo no es peligroso. Pero en numerosas ocasiones esto no es así. Se estima que un 10% de las personas han recibido maltrato físico, psicológico o sexual durante su infancia dentro de su propio núcleo familiar. Luego no sabemos en qué o quién confiar, percibiendo el mundo como un lugar que no es acogedor.
5) LA EDUCACIÓN, SOCIEDAD, CULTURA Y RELIGIÓN. Están llenas de reglas sobre lo correcto e incorrecto, lo que debemos o no hacer, etc. Estas también modulan nuestra identidad construida. Si tenemos suerte podemos desarrollar una identidad adapta suficientemente a estas reglas.
6) ADULTEZ. Al llegar a esta edad, hemos creado capa tras capa de creencias, hábitos, defensas y automatismos sobre «quién soy yo» y «qué es el mundo». Luego ya no nos reconocemos como ese ser libre de creencias que llegó a esta vida.
Si tenemos suerte, podemos tener una relación fácil con nuestra identidad construida, teniendo momentos de bienestar personal y orgullo. Pero al estar envueltos de capa tras capa, el anhelo de plenitud sigue latente.
7) EL «YO». Al ser una identidad construida, nunca se siente seguro realmente. Llenando su vacío a través de objetos, mejoras, solución de dificultades, etc. Separándonos aún más de nuestra consciencia original. Perdiendo aún más la memoria sobre quiénes somos realmente, aferrándonos a las historias que nos contamos.
«Víctor Hugo era un loco que se hacía pasar por Víctor Hugo» (Jean Cocteau 1889 – 1963)
Continuará …
8) Creación del Yo. También llamado Ego, Carácter, Sí-Mismo, Personalidad, «Manera de Ser», etc. Identificación y aferramiento. Llegada a la adultez.
9) Sujeto y Objetos.
10) El anhelo.
11) La búsqueda de solución. Externa e interna. Lo que realmente estamos buscando.
12) Percepción.
13) El método. El autoconocimiento. El trabajo personal.
14) El terapeuta.
15) EL «VERADERO SER». Desde la psicología humanista, la transpersonal y las grandes tradiciones de sabiduría, se describe como:
Algo inefable, que no se puede describir con palabras, pero sí se puede experimentar y que tiene una validez transcultural (ha sido descrito en distintas épocas, culturas y escuelas de conocimiento).
Ha recibido distintos nombres, en distintas tradiciones de conocimiento: «Self Verdadero» en el psicoanálisis, «la Consciencia de la Consciencia» en la Gestalt Transpersonal, el «Rostro Original» en el Zen, «la presencia» (awareness) en el Dzogchen, etc.
Cuando el viaje se pone muy duro, esta presencia queda fuera del campo de percepción (percatación) Ver: Punto Ciego Mental (+ info) . Dándose la paradoja, de que ES PRECISAMENTE ESTO LO QUE ESTÁBAMOS BUSCANDO.
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5 respuestas a «¿Quiénes somos realmente?»
[…] Con este ejercicio, vamos a construir una cuerda (como los espeleólogos al entrar en una cueva) que nos permita salir del laberinto cuando queramos. Lo vamos a hacer con una actitud cuidadosa y de reparación de todo lo que surja, para librarnos del pasado y no cometer los mismos errores en el presente. También nos permitirá aumentar nuestra consciencia de por qué somos como somos (ej. gustos, hábitos, estilo personal, etc). Dándole más sentido a nuestra vida. Ver artículo ¿Quién soy yo? (+ info) […]
[…] Pero con el desarrollo de la “globalización”, el tener un idioma predominante a nivel mundial (el inglés en estos momentos), los medios de transporte y la sociedad de la información, se están evidenciando que también hay ventajas importantes: 1) ante su aparente diversidad, existen bastantes similitudes transculturales que pueden dar validez a estos métodos de acercamiento a la realidad. 2) hay técnicas concretas que se repiten en distintas culturas: posturas de meditación, ejercicios de respiración, retiros de auto-observación de la mente, etc. 3) Las personas que avanzan en estos caminos presentan elevados niveles de calma y salud mental. 4) Probablemente permite alcanzar experiencias cumbres de comprensión global de la realidad (vs. la hiper-especialización actual de la ciencia moderna). Experiencias denominadas como: transcendentales, elevadas, “iluminadas”, de unión con el todo, etc. A su vez, estas experiencias están asociadas al desarrollo posterior de la empatía y la compasión, lo cual favorece la convivencia social. Las personas que alcanzan estos estados, afirman adquirir una percepción más limpia de la realidad y descubrir la verdadera identidad del ser humano. Ver los artículos: ¿Qué es la realidad? (próximamente) y ¿Quién soy yo? (+ info) […]
[…] cambia o “muere” dentro de sí, “transformándose” en una nueva identidad (+ info). Igualmente sucede con su percepción del mundo. Por ejemplo, cuando el bebé se transforma en […]
[…] Nota: los siguientes ejercicios se pueden sumar al trabajo de la autobiografía (+ info) a modo de limpieza gradual de cada capa de nuestra “identidad” (+ info) […]
[…] sistema de defensa también recibe otros nombres: Yo, Ego, carácter o Personalidad (+ info) . Ver el artículo Rasgos de personalidad (próximamente) Y se característica por comportarse […]