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Ejercicios Terapéuticos

Resistencias a la Acción

Ejercicios Prácticos al final de esta página.

Introducción.

A veces cuando se ha tomado la decisión de resolver una dificultad, ocurre el siguiente fenómeno: nunca se pasa a la acción para resolverlo. Es como una lluvia de factores internos: pereza, olvidos, bloqueos, confusiones, temores, suspicacias, postergaciones, etc. Y también de factores externos: curiosamente aparecen otras personas que desvían la atención, se rompe el frigorífico o hay que arreglar el jardín, etc. Es decir, un sin fin de circunstancias que impiden llegar al objetivo.

¿Qué está pasando? ¿es una suma casual de fuerzas que simplemente producen confusión? ¿o no es tan casual?

Las distintas escuelas terapéuticas y tradiciones de conocimiento, han demostrado durante cientos de años de estudio y observación, que esto no es casualidad. Los seres humanos solemos estar sometidos a fuerzas invisibles o resistencias que limitan nuestra vida, dejándonos atrapados en un área muy pequeña de nuestro potencial real. Por ejemplo, cuando quiero salir de mi zona de confort, hay algo que me convence de que haga lo contrario (una idea, una emoción, un deseo, etc).

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Las resistencias.

Estas resistencias o fuerzas son naturales cuando nos planteamos cambiar nuestra «manera de ser» o nuestro «estilo de vida con los demás«. Ya que nos estamos planteando realizar cambios en nuestra personalidad y esto produce cierta desconfianza ante lo desconocido.

Es como un sistema de alarma corporal, mental y relacional, que nos protege de lo nuevo, pero nos puede dejar atrapados en un espacio muy pequeño de nosotros mismos, que funciona como una cárcel invisible. Ver El Elefante Encadenado (+ info)

Luego se da la paradoja de que «lo que nos salvó la vida» en en la infancia (protegiéndonos para que no nos pillara un coche, nos quemáramos con el fuego, etc) puede ser «lo que está limitando nuestra vida» como adultos.

Este sistema de defensa también recibe otros nombres: Yo, Ego, Carácter, Personalidad (+ info) . Y se característica por comportarse como una entidad (no física) que se defiende a sí misma (como un ser vivo). Simplemente no quiere perder el control y el poder.

Estas resistencias se suelen expresar de distintas maneras, según el estilo de cada persona o Rasgo de Personalidad (próximamente).

Y aparecen al menos a Tres Niveles:

1. Corporal: tensión muscular, agotamiento, descomposición de vientre, dolor de cabeza, etc.

2. Psicológico: olvidos, confusión, distracciones, desgana, miedo, pereza, cambio repentino de ideas, etc.

3. Relacional / Social: enfado con los demás, sentirse atacado, necesidad de ser reconocido y valorado, etc.

Dándose el caso de que sabemos que tenemos una dificultad y queremos resolverla, pero precisamente en ese momento se disparan toda una serie de resistencias para que no lleve a cabo ese cambio ahora. Consiguiendo normalmente que lo posponga o lo abandone. Por ejemplo: al dejar de fumar, comenzar una dieta, acudir al gimnasio, etc.

De hecho, mientras más sana y liberadora sea esa actividad para mí, probablemente las resistencias sean más fuertes. Como es el caso de acudir a terapia, donde las propias resistencias o auto-engaños van a ser desvelados.

Sancho Panza: «Señor! Los perros ladran!!» Don Quijote: «Déjalos Sancho, déjalos que ladren. Es señal de que avanzamos…»

Tipos de Resistencias.

1. Corporales: síntomas corporales como: sudoración, temblores, visión borrosa, etc.

2. Psicológicas: imágenes mentales, pensamientos, emociones, deseos, (des)ganas, impulsos, conductas automáticas de auto-boicot (próximamente), confusiones, percepción de «falta de tiempo», olvidos, etc.

3. De Pareja: suelen surgir cuando uno de los miembros comienza a cambiar alguna regla fundamental del «contrato de pareja», ya sea explícito o implícito. En este caso la otra persona suele dificultar dicho cambio, presentando un problema repentino, una enfermedad, un enfado, etc. Lo cual puede parecer casual, pero sirve para mantener el equilibrio previo.

4. Familiares: cuando uno de los miembros va a cambiar (usando unas reglas o creencias distintas a las aceptadas en la familia, etc) otro miembro de la familia presenta de pronto un malestar, un enfado, etc. Lo que favorece el retorno al equilibrio familiar previo (habitualmente de modo inconsciente).

5. Grupales: fenómenos grupales sobre las reglas inconscientes, el reparto de roles, las alianzas, la estructura de poder, etc. Ya sean amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc.

6. Institucionales: ante el cambio personal, algún compañero o superior se puede sentir incomodado o amenazado, con lo cual puede iniciar comportamientos que dificultan el cambio (consciente o inconscientemente). Por ejemplo, si una persona es demasiado libre con respecto a las normas institucionales, puede producir temor o envidia en los demás, etc. Ver «Salud Laboral» (+ info)

7. Sociales y Culturales: son ideas, creencias y reglas fijas, que mantienen el orden social, pero que a veces dificultan la salud o libertad de las personas individuales. Ver «Salud Social» (+ info) . Si alguien las desvela o cuestiona, es posible que sea etiquetado de: loco, peligroso, ilegal, etc.

Resistencia a la terapia.

El deseo o la necesidad de acudir por primera vez a un espacio terapéutico suele venir acompañado inicialmente de una intensa resistencia, del tipo: «yo puedo solo con esto, yo no lo necesito, me van a engañar, eso es para débiles o enfermos, etc».

Ello es debido a multitud de factores (psicológicos, sociales y culturales) que tienen su sentido y utilidad en la construcción del Yo o Personalidad. Mitos de la Terapia (+ info)

Pero tras comenzar a experimentar los primeros cambios personales y resultados, se produce una sensación de libertad y de apertura a un mundo de nuevas posibilidades.

Esto suele despertar la humildad, el humor, la compasión hacia uno mismo y el deseo de transformación personal: «cómo es posible que haya estado tanto tiempo intentando resolver este tema, con tanto esfuerzo, sin mirarlo desde otro punto de vista». Cambio (+ info)

Como cuando Pinocho decidió dejar de ser un niño de madera y convertirse en «un niño de verdad».

ejercicios practicos

Análisis de las Resistencias.

1er paso: Vamos a hacer un análisis detallado de las resistencias internas y externas que están manteniendo «el problema».

Con los datos que hemos recabado con la AutoBiografía (+ info) , el Cuaderno de Bitácora (+ info) y siguiendo el listado de Tipos de Resistencias descrito anteriormente, podemos realizar una lista muy concreta de las principales resistencias presentes en este momento. Para ello dedicamos el tiempo que necesitemos, sin prisas, pero con constancia y honestidad interna. Por ej. 30 minutos/al día, durante un par de semanas.

2º Paso: Una vez que tengas el listado de resistencias (personales, de pareja, familiares, laborales, etc) podemos contrastar cada item de la lista, con los Tipos de Estrategias de Cambio (+ info) qué existen.

Por ej. para el item primero: ¿Qué cambios he intentado para resolverlo? ¿Han dado resultados? ¿Qué otro tipo de cambio puedo aplicar ahora (aunque me parezca que no va a funcionar, que no tiene sentido, etc)?. Paso a la acción y comienzo a aplicar el nuevo tipo de cambio.

De este modo, vamos a ir resolviendo cada uno de los items, sin esfuerzo y sin tener que luchar (como en las artes marciales).

Lo importante es: ir despacio, atento, con cariño y respeto hacia uno mismo. Como el que se está limpiando una herida con agua oxigenada. Sabe que aunque moleste un poco, va a ser beneficioso a largo plazo.

Al ir deshaciendo cada una de las resistencias, iremos recuperando la claridad mental y la capacidad para resolverlo espontáneamente. Como al automatizar una habilidad motora. Por ej. montar en bici, conducir, nadar, etc.

«Más vale maña que fuerza»

Es como si el títere aprendiera a mirar hacia arriba y descubriera las cuerdas que gobernaba el titiritero. Tras este descubrimiento, podrá ir cortándolas gradualmente consiguiendo una vida más libre y auténtica.

Al ir avanzando en este camino, disminuyen los Puntos Ciegos Mentales (+ info) , aumenta la paz interior y se reducen los conflictos con los demás (pareja, familia, trabajo, etc).

Comparte Salud (+ info) . Si crees que alguna de estas páginas le puede ser útil a otra persona.

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5 respuestas a «Resistencias a la Acción»

[…] 1) Puedes escribir cuales son los contenidos que te han impedido entrar o permanecer en la atención relajada (pensamientos “esto es una tontería, un engaño, yo no sirvo para esto, etc”, picores que te hacían moverte, emociones desagradables o recuerdos, distracciones mentales, etc). Así irás conociendo mejor las fuerzas que te dificultan ser más libre y aprender a calmar tu cuerpo. Cuando veas que se repiten estas resistencias, descubrirás que es más interesante seguir adelante con el ejercicio, en vez de creértelas. Ver resistencias a la acción (+ info) […]

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